Mi hijo Samuel, tiene 15 años es jugador de basket, su sueño es llegar muy lejos jugando. Hoy estuvo en un partido de la liga de Cundinamarca, un departamental muy importante para él y estaba bajo mucha presión. Al terminar el partido me dijo “Estoy muy bravo conmigo, yo quería y tenía las ganas, pero no me salía nada y cada vez me sentía peor, no sé que hacer!"

En nuestra conversación de chat le escribí estas tres cosas, que como le dije, me han funcionado en la cancha (soy tenista) y en la vida:
"Sami, solo recuerda 3 cosas en el próximo partido:
1. No le creas a tu mente (no puedo, nada me entra, todo me sale mal). Te va a seguir diciendo eso hasta que logre llenarte de miedo y desconfianza. NO LA DEJES
2. Como? Cuando empiece a decirte esas cosas, escoge un “mantra” que la calla.
Solo repite en tu mente todo el tiempo la frase que escojas que te suba el ánimo y te mantenga enchufado jugando y disfrutando. Algo como “YO PUEDO, SOY GRANDE, FUERZA” (siempre positiva) No pares de repetirla.
3. Tu cuerpo y tus gestos te retroalimentan. Si te mueves con alegría, ánimo, entusiasmo, a pesar de los errores, tu cuerpo, tu mente y tu espíritu, se alimentan de esa energía positiva y te ayuda a mantener tu ánimo y espíritu arriba.
Ñapa: siempre van a haber errores, debes ser mas grande que ellos, aceptalos, aprende y déjalos pasar. Es normal que te equivoques, no pasa nada. Sigue con tu mantra y DISFRUTALO.
Samuel me contestó “gracias y amén Má, agradezco a Dios tener una mamá yogui” 😂😂
Después nos juntaremos los dos a compartir sobre esto y buscaremos nuevas formas de lograr sentir y gestionar estas emociones, más allá del momento puntual. Pero me quedé pensando mucho en dos cosas. La primera, qué bendición es poder ayudar a mi hijo a trabajar con su mente, con las herramientas que hoy tengo. Pero la segunda y creo que más importante para mí, hay tantas veces en mi vida diaria en que yo misma debo aplicar esto…esta es la hermosura de ser mamá y de estos maravillosos maestros que nos da la vida para aprender tanto de ellos y de nosotros mismos.

Comments