Este fin de semana estaba en Medellin, compartiendo un evento de mi familia, muy felíz de verlos a todos, compartir y recargándome del amor de la familia.
Hoy, domingo, en la mañana muy temprano medito un rato en la habitación del hotel, viendo como la luz del amanecer se metía por el pedazo de la ventana que dejé abierto, para que no se me fuera el amanecer sin darme cuenta…
Decidi bañarme rápido para ir y dar una vuelta, los arboles desde la ventana se ven lindos y sentí la necesidad de bajar a respirar un rato.
Apenas salgo, una fuente al fondo, un olor a incienso de sándalo, mi favorito. Me pregunto de donde viene este olor, intento seguir el olor a ver si encuentro algo. No encuentro nada, decido pensar que es mágico, que huela así y ahí empieza la magia. Camino unos pasos, encuentro un Magnolio con una única flor y al lado la hermosa luna, que aún no se iba, juntos hacen una composición divina. Camino unos pasos más y un potrero. Pero no uno cualquiera, la luz hermosa de la mañana lo ilumina como mostalándome algo, como en una especie de cuento. Me quedo unos minutos solo observando cómo entra la luz por los árboles, poderosa, sutil y llena de calma.
Maravillada, sigo caminando y encuentro las barbas de un árbol. Cuando me quedo mirando, lo descubro, alto, altísimo, imponente, lleno de sus barbas que lo hacen ver sabio y tal vez viejo. Este árbol hermoso, lleno de barbas grises me pide que me meta debajo de él y sienta como si fuera su abrazo. Mirar hacia arriba, sentir la gravedad, la luz que entra entre sus barbas, su abrazo gigante y lleno de aire. Así se sintió. Me senté un rato debajo de él, pidiendo recordarlo siempre. No olvidarlos nunca. No solo a el, sino su sombra, su luz, su abrazo.
Estuvimos juntos un rato, regresé de nuevo al hotel, maravillada, llena de gratitud, sorprendida una vez más con la magia y la gracia divina de cada momento, que siempre está ahí, pero solo te das cuenta si sientes, respiras, observas, crees y te dejas llevar por el momento presente.
Gracias Dios por este fin de semana.
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